Fisting – Qué es y cómo hacerlo de manera segura


¿Qué es Fisting?

El Fisting es un acto sexual rudo y peligroso que implica introducir parcial o totalmente la mano en la cavidad anal o vaginal. En los casos más extremos y arriesgados se introduce parte del brazo. Esta práctica se puede utilizar como una forma de masturbación con uno mismo o con otra persona.

Cómo practicar el Fisting solo

Es importante que la postura sea cómoda y nos permita dilatar y relajar los músculos del ano y la vagina para un fisting vaginal. El objetivo es ir introduciendo la mano lentamente con la ayuda de lubricante y a la par de respiraciones profundas. Para ayudar con el diámetro y la dilatación de la zona puedes utilizar diferentes juguetes eróticos como plug anales o masajeadores.

Te recomendamos combinar el Fisting con otras prácticas sexuales para no bajar la excitación en ningún momento.

Cómo practicar el Fisting con tu pareja

Lo primero que hay que hacer es estimular la zona. La paciencia y la dilatación gradual de la zona es fundamental y debe hacerse sin prisas. Usa los dedos uno tras otro, poco a poco, y en la etapa más avanzada usa los cinco dedos colocados en forma de pico de pato.

El segundo aspecto más importante es el uso abundante de lubricante. Esto es necesario porque el nivel de lubricación requerido para el Fisting es difícil de obtener de forma natural, y mucho menos en la zona anal, sin importar que estemos muy excitados.

Por las características de esta práctica, un punto que no debes pasar por alto en ningún momento es la higiene. Haz una ducha anal con un enema antes del encuentro para generar más confianza, y si vas tener relaciones coito vaginal o anales, usa guantes de látex y usa un condón. Mira aquí Cómo hacer una limpieza anal

Por último, la comunicación lo es todo. Si tu pareja no se siente bien, tiene dolor o por cualquier otra razón no quiere continuar, hay que detenerse inmediatamente.

Las membranas mucosas anales y vaginales son muy delicadas, por lo que las posibilidades de sangrado durante la práctica aumentan considerablemente, debes prestar atención al cuerpo (hay desgarros y traumatismos intestinales, que pueden pasar desapercibidos durante la práctica, pero manifestarse después.

Cuáles son las precauciones a la hora de la práctica sexual y el Fisting.

El Fisting es una práctica peligrosa si no se tiene cuidado. Se debe planificar y no ser un acto improvisado, elegir un ambiente tranquilo, estar con alguien de confianza y en lo posible, tener experiencia en el tema.

Tomar las precauciones necesarias ayudará a mantener el encuentro sexual seguro evitando la transmisión sexual, sano y altamente placentero para ambos, sin molestias e inconvenientes.

- Invierte el tiempo necesario en el juego previo para relajar la musculos vaginales y anales, haciendo que la penetración con el puño sea más fácil.

- La paciencia es la clave del Fisting. El puño debe introducirse de forma gradual y lenta. No tengas prisa.

- Dúchate dos o tres horas antes del Fisting para relajar los músculos pélvicos y limpiar la zona anal y/o vaginal.

- Tus manos deben estar limpias antes de introducirla en la vagina o el ano. Además, no olvides recortar y limar tus uñas para no lastimar zonas internas.

- Los guantes serán tus mejores aliados para no generar o contraer cualquier tipo de infección e ITS. El nivel de placer no disminuirá y siempre estarás a salvo.

- Asegúrate de mantener la zona muy bien lubricada.

- También presta especial atención cuando retires las manos, hazlo lento y cuidadosamente para que no lastimes a tu pareja (ni a ti mismo).

FAQ:

1. ¿Duele hacer Fisting? Si, es común sentir dolor después de la práctica, pero es persistente es importante acudir al médico.

Además, si no sigues las medidas necesarias y el Fisting se hace de forma incorrecta, pueden existir otros riesgos dolorosos como lesiones internas que deben ser tratadas por un profesional de la salud. O provocar un sangrado que puede resultar en hemorragia. Si el sangrado continúa durante varios días, asegúrate de consultar a un médico.

2. ¿Puedo usar anillos? No. No debes utilizar ningún elemento potencialmente traumático y/o cortante, como anillos, pulseras, ni tener las uñas largas. Quita todos los accesorios de tus manos antes de introducir el puño.

3. ¿Qué tipo de lubricante utilizar? Puedes elegir un lubricante a base de silicona o aceite (cuidado que su composición no dañe los guantes). Que sea deslizante, de larga duración y específico para estas prácticas.

Eso sí, no utilices lubricantes con efecto analgésico ya que pueden adormecer la zona y provocar accidentes porque no podrás reconocer si algo te está haciendo daño.





Sex coaching


Etrenadores personales que convierten tu vida sexual en una auténtica película porno

También renuevan la atracción sexual en las parejas que han perdido la pasión, aunando conocimientos terapéuticos y psiquiátricos

El sexo es salud. Así lo han asegurado distintas investigaciones científicas corroborando que la regularidad en la práctica sexual proporciona beneficios tanto físicos como psicológicos a las parejas.


Los Sex coach una suerte de entrenadores personales capaces de instruir en el noble arte de amar a los menos duchos y de renovar la atracción sexual en las parejas que han perdido la pasión, aunando conocimientos terapéuticos y psiquiátricos.

Una figura que, como muchas otras, ha conseguido saltar el charco después de haber triunfado en Nueva York. Estos entrenadores han conseguido reactivar la vida sexual de numerosas duplas estadounidenses tras evaluar la situación concreta de cada una y brindar una serie de orientaciones ad hoc. Según cuentan ellos mismos, a diferencia de las terapias de pareja, recomendadas para aquellas que se sienten más perdidas, el sex coaching está más encaminado a la resolución de casos más concretos.

La falta de tiempo libre, el estrés laboral y la rutina, dentro y fuera de la cama, parecen ser algunas de las causas que están detrás de la falta de regularidad en los hábitos carnales. 

El gran interés que han despertado estos entrenadores ha llevado a muchos dúos a ponerse en manos de terceros para intentar salvar su relación. 

El sex coaching no se limita a enseñar posturas para llevar a la cama o a modificar su ejecución, sino que trata de ahondar en la manera en la que la pareja se relaciona.

En la teoría y en la práctica


La manera de ayudarlos, obviamente, no es igual para cada pareja. De esta forma, mientras algunos son capaces de mejorar sus encuentros más íntimos a base de conocimientos teóricos que luego llevan a la práctica, otros necesitan de alguien capaz de realizar correcciones en pleno acto. Algo que sólo algunas duplas, y una vez controlada la teoría, se atreven a demandar en busca de trucos y técnicas destinadas a conseguir la satisfacción total propia y de la otra persona.

En el caso de estos últimos, los coaches insisten en que, lejos de lo que pudiera parecer, su presencia dista mucho de parecerse en algo lejano a lo que se entiende como un trío.

Según éstos, la participación de los sex coach durante estos momentos de máxima intimidad se limita a la rectificación.

Llegado ese momento, su labor se limita a indicar cómo mejorar desde el minuto uno con la puesta en escena; desde la manera en la que la pareja se desenvuelve en los prolegómenos al inicio del acto y, si hace falta, hasta que se inicia el coito. 

Cuando se convierten en espectadores de excepción su trabajo se reduce a poner el acento tanto en los errores como en los aciertos, después analizarlos desde el punto de vista profesional.

No obstante, no todas las parejas que recurren a un entrenador sexual lo hacen porque se encuentren en una situación límite. 

Muchas otras los contratan simplemente porque quieren mejorar en algunas facetas sexuales en las que creen que podrían progresar para convertirse en auténticas máquinas de hacer el amor. 

El hecho es que, si bien es cierto que la práctica hace al maestro, no lo es menos que sin las herramientas necesarias para triunfar resulta complicado alcanzar la maestría.

Además de parejas, estos coaches sexuales también son requeridos por clientes que manifiestan evidentes problemas a la hora de seducir. 

Juegos sensitivos con caricias, bailes, miradas y técnicas para iniciar una conversación son algunas de las prácticas habituales en los cursos programados para estos usuarios de sex coaches. 

También trabajan para personas que presentan determinados cuadros de parafilias o fobias sexuales e, incluso, de anorgasmia (ausencia de orgasmo o dificultades para a él) y que recurren a ellos en busca de algún remedio a su situación.

Para estos casos, que no requieren de clases privadas en pareja, existen distintos cursos grupales con precios que rondan los 3500 pesos la sesión de entre cuatro horas y seis horas. 

En cuanto a las tarifas para parejas, cada sesión de 45 minutos se aproxima a los 2500 pesos
Cómo ser 'coach' sexual

En España ya hay algunas academias que ofertan cursos de formación para futuros entrenadores sexuales capaces de ayudar a disfrutar de la sexualidad y a eliminar todas las barreras que impiden vivirla con plenitud.

La duración de estos cursos varía entre las 20 y las 30 horas de media, divididos en módulos de dos o tres horas. En ellos se tratan materias como la anatomía, la respuesta sexual, el diagnóstico de disfunciones sexuales, la resolución de conflictos, la corporalidad y hasta la introducción al tantra

El precio se sitúa entre los 4000 y los 6000 pesos. Toda una inversión de futuro si tenemos en cuenta los resultados de las distintas encuestas de satisfacción sexual por países. 
Parece que a las nuevas hornadas de sex coaches no les faltará trabajo en cualquier parte del mundo




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